sábado, 12 de marzo de 2016
CRÓNICA
CRÓNICA
ANTECEDENTES Y DEFINICIONES DE LA
COMUNICACIÓN ALTERNATIVA
Los inicios de la comunicación alternativa, se dan
en los canales existentes para su época, inicialmente la radio. Este ha sido el
que más desarrollo participativo e incidencia en la cultura de los ciudadanos
ha tenido, posibilitando las primeras manifestaciones de protesta de alzar la voz,
que fue hecha en este medio, mediante
las radios comunitarias cada vez se propagadas más.
La primera radio comunitaria en Colombia, fue
creada el 16 de Octubre de 1947, por el párroco José Joaquín Salcedo, llamada
Sutatenza y las radios mineras de Bolivia establecidas en el año de 1949,
convirtiéndose en las primeras emisoras populares que difundían la
participación comunitaria.
Las primeras aproximaciones a la teoría como tal,
nacen en las décadas de 1960 y 1970, aparecen como una contrapropuesta a la
homogenización de la cultura, la centralización de los medios masivos de
comunicación y la concentración mediática global siendo esta un acto de
abandono desentendimiento de las necesidades de la mayoría
En un principio la comunicación alternativa fue
entendida como aquello que se oponía a la estructura de los medios masivos y
hegemónicos, pero, es en la década de 1980 que se empieza a entender no escalas
micro y macro si no sin fin de ideas que además de no cargar el afán de lucro
que se ve en los medios masivos ofrecen una participación activa de actores que
en los medios masivos solo son vistos como consumidores.
Más adelante, dentro de los conflictos sociales
existentes en varias naciones, derivadas del deseo de acabar la opresión
ejercida por parte de las clases dominantes, se evidenció la necesidad de
comunicar el sentir de estas minorías, económica y políticamente hablando,
paralelo al reconocimiento de los gobiernos y agentes capitalistas, en el poder
en la difusión de mensajes para sus intereses, develaron la prioridad de
utilizar este proceso como camino para alcanzar sus objetivos.
Entendiéndose el interés comercial como principal
fuente de acceso a la producción enfocada en los medios de comunicación de
masas, creándose ya lo denominado como medios tradicionales, se inició, con un
muy limitado campo de acción, una comunicación con más cercanía entre el
productor y el consumidor, con mayor posibilidad de crítica, de debate,
democracia participativa y a mayor escala, transformación social, al menos en
el pensamiento.
La ya reconocida comunicación tradicional,
entregaba al público un mensaje previamente concebido y de impacto premeditado,
pero que no dejaba espacio para la reflexión, la interpretación crítica y la
retroalimentación hacia el emisor. Por su parte, la aún novedosa pero
desconocida comunicación alternativa, iba más allá del simple hecho de
informar, ésta se preocupaba realmente por comunicar, por hacer partícipes
directos a aquellos a los que la información o la realidad los mueve, los
afecta o simplemente les interesa. Se encargaba no sólo de emitir un mensaje a
través de un canal, sino que tomaba la posición de receptor para aplicar de manera
correcta un proceso comunicativo que era incluyente y que se interesaba por
conocer la verdad a través de lo que también piensa el otro.
Empezó a ser un recurso que se regía básicamente
por los movimientos sociales, lejos de pertenecer a un grupo político, éste
recurso sirvió para presentar un conjunto de sucesos coherentes en el que se
pueda explicar causas, consecuencias y propuestas que facilitan la comprensión
de la información real que se está brindando. De esta forma la comunicación,
que estaba mercantilizada por los medios convencionales y los cuales tienen
efecto de desinformación en las diversas audiencias, recuperaban a través de la
comunicación alternativa, llegar a la búsqueda de soluciones.
Con el desarrollo de las tecnologías de la
información, protagonista desde la década de los noventa, se viene evidenciando
capacidad más alta de acceso a la historia, abrir las puertas a una mayor
participación y opinión de lo que se consume como receptor, pero pese a estas
posibilidades, aun la sociedad es altamente influenciada por el manejo
Se apoya la concepción de esta comunicación, basada
en algo más popular, más comunitario e integrador, para un aumento paulatino en
todas las clases sociales, de su reconocimiento, no solo en concepto, sino de
utilidad y apoyo a la veracidad de la información que se recibe, pero aunque
sea difícil creerlo, su impacto es mucho menor del que fuese el fruto de un
proceso exitoso.
La inclusión de este entre los expertos en
comunicación y líderes sociales, opuestos rotundamente a las prácticas
capitalistas en el manejo de la información y el control político, evidenció
una subdisciplina con alta complejidad y necesidad de entendimiento para ser
incorporada en el desarrollo de la sociedad, claro que con un camino difícil de
recorrer, pues tiene un inmenso obstáculo en los medios tradicionales cuyo
poderío económico crece con la expansión del capitalismo y la unificación de un
orden mundial dentro de la creciente globalización.
Los avances en la tecnología han aportado a la multiplicidad
y variedad de medios de comunicación, con acceso a bajo costo en los últimos
lustros y en su mayoría, con un sinfín de aportes públicos y privados para
hacer de estos la publicidad perfecta. Además cada día la sincronía que logran
ofrecer para la participación del público en general, en posibilidades como la
cercanía con la difusión de información, la capacidad de cualquier persona para
transmitir hechos y situaciones, así como la socialización permanente de
opiniones y críticas, crean la necesidad de la existencia de estos medios
alternativos.
La televisión sigue siendo el medio más presente en
los hogares, pero el espacio dejados por los representantes tradicionales de la
industria son aún reducidos y los pocos, tienen un bajo atractivo comercial,
pues sigue siendo un medio con el principal fin de entretener. Sin grandes
cambios se encuentra la radio, en relación con sí mismo, porque ha sido de los
canales de difusión de opiniones más capaces de aportar a la creación de
discursos basados en la verdad, a la utilización de esta con fines específicos
y el incentivo de acciones por parte de actores importantes socialmente, no
siempre alineados a la clase dominante.
La internet, es un medio nuevo, cada día con
mayores consumidores, debiendo relacionar por ejemplo que 8 de cada 10
colombianos están usando Internet (MINTIC, 2014), especialmente las nuevas
generaciones, donde se generan innumerables espacios de opinión y
participación, alineados a la esencia de comunicación alternativa. La sociedad
todavía no clarifica los grandes retos que tiene para el cambio social, a la
cual este le puede aportar y brindar mucho.
La comunicación alternativa es un ámbito de estudio
con un campo que abarca actualmente la mayoría de las expresiones artísticas,
culturales, sociales y políticas, puede verse como la opción de rebeldía o
emancipación que necesitan muchos países y sectores debido al control mediático
ejercido por actores económicos, políticos y empresariales, pero también como
una alternativa de expresión libre para todos aquellos que quieran entregar un
mensaje.
Sintetizando la actualidad de esta actividad
comunicacional alterna, diariamente se revelan “verdades”, algunas concediendo
una presión mediática que logra obligar a las instancias con mayor poderío, ya sea
político, económico o social, a reconocer y de ser necesario, asumir
responsabilidades, de los hechos dados a conocer.
Otra capacidad actual en la comunicación con esta
característica, es motivar al espectador a pensar, buscando apoyar la
democracia y el respeto por sus derechos, pero se contrapone a la realidad,
especialmente en el campo político, donde la generación y la promoción de
hechos mediáticos de poco interés (real) colectivo y la retroalimentación en
temas de entretenimiento vano, parece ganar el pulso y servir a intereses
consumistas y conservadores, de los lideres capitalistas de las naciones.
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